La esposa del rey Minos de Creta, Pasifal, tenía un hijo ilegitimo, mitad toro mitad hombre, era un minotauro. Al darse cuenta de que se alimentaba de personas, en lugar de matar al minotauro, el rey de Minos lo encerró en el laberinto.
El rey Minos, como castigo, encarcelaba a sus enemigos allí, donde no podían escapar y donde se convertiría en alimento para el minotauro.
Los atenienses se vieron obligados a enviar a siete hombres cada año, como sacrificio al minotauro, algo que angustio mucho a Teseo, un campesino que vivía a las afueras de Creta.
Finalmente, contra los deseos de su padre, Teseo fue a Creta para matar al minotauro y poner fin. Allí conoció a la hija del rey Minos, Ariadna que se enamoro de el y decidió ayudarle. Ella le dio un hilo largo y le dijo que lo desentrañara en el laberinto para que el encontrara la salida después de matar al minotauro. Teseo pudo matar al minotauro y escapar de laberinto regresando a Atenas con Ariadna.
Aridna y Teseo se casaron y vivieron felices.
No hay comentarios:
Publicar un comentario