Joaquín nació en las cuevas del Castillo de Alcalá, que por entonces servían como hogar a numerosas familias gitanas, como José el Pelao, Currita la Regalá, la Azalea o la Guaracha, quienes dejaron en esta localidad parte de su arte.
Sus padres fueron José Fernández Torres "El Gordo" y Paula Franco Aguilera, un matrimonio que dio origen a una de las familias más importantes del cante flamenco. Así, Carmen y Vicenta se decantaron por la soleá bailable y pura, mientras que Agustín y Joaquín se especializaron en el cante, que estructuraron para ser escuchado. Aún hay cuatro varones más: José, padre de Manolito el de María, Manuel "El Lillo", y otros dos que fallecieron siendo muy pequeños.
Joaquín creó junto a su hermano Agustín uno de los estilos de soleares más puro y jondo del flamenco y cantaba además con un arte especial las bulerías, tonás, seguiriyas y saetas.
Joaquín nunca quiso grabar discos, pues decía que si se compraban sus grabaciones ya no irían a buscarlo a su cueva para oírle cantar. No obstante, y después de mucho insistir sus hijos, accedió a ello, dándose la coincidencia de que murió el mismo día en que le llegaron los billetes del tren con los que se marcharía a Barcelona a grabar.
PABLO RUBIO
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